Los cinco momentos de una sesión de estudio

Por lo general siempre tenemos muchísimo material para estudiar y poco tiempo para hacerlo. Es algo que sucede casi siempre a todos los estudiantes del mundo entero. Lo cierto es que debemos aprender a administrar mejor un tiempo escaso que es, valga la redundancia, nuestro tiempo de estudio.
Para agilizar la gestión del tiempo de estudio, puede ser de mucha utilidad dividir los momentos de atención y concentración en cinco momentos bien diferenciados. Un primer momento es aquel en el que buscamos todo el material necesario para estudiar. El material debemos tenerlo todo junto para evitar las fugas de tiempo que se puedan presentar a lo largo de un momento de estudio. Dedicar al menos un tiempo inicial a recolectar todo el material y decidir la fuente de la cual vamos a estudiar. Al menos cinco minutos antes de cada sesión de estudio debemos dedicarlos al orden y la disposición del material.
Luego, un segundo momento es aquel que dedicamos a establecer los objetivos de la sesión de estudio. Nuestra experiencia de estudio cambia radicalmente cuando la mente sabe lo que va a leer y estudiar que cuando no tienen definidos los objetivos. Un ejemplo de un objetivo definido puede ser leer determinada cantidad de páginas, estudiar de un resumen, elaborar una síntesis, etc. Pero que sepamos con claridad que es lo que vamos a hacer.
Un tercer momento dentro de una sesión de estudio es aquel que dedicamos a estudiar propiamente dicho. O a leer el material, según los objetivos que hemos establecido. Este momento puede variar en cantidad de minutos, pero no se recomienda que sea muy largo, no más de cuarenta o cuarenta y cinco minutos para poder mantener la atención y la concentración de la mejor manera posible.
El cuarto momento de la sesión de estudio es aquel que dedicamos a hacer un repaso activo de lo que leímos o estudiamos durante la sesión de estudio. Deebemos recordad que aquello que se repasa inmediatamente después de ser leído o estudiado, lo retenemos un 50% más que si ese mismo repaso lo realizamos al día siguiente o más tarde. Aprovechemos esta capacidad de retención entonces para hacer más fructífero nuestro momento de estudio.
Y por último, el quinto momento de la sesión de estudio, es aquel que dedicamos a establecer los objetivos y metas de estudio para el día siguiente según los resultados que hayamos logrado en la sesión de estudio presente. Es decir, si logramos los objetivos del día, para el día siguiente establecemos unos nuevos. Por otra parte, si no llegamos a cumplir con lo establecido, priorizaremos terminar con aquello que nos habíamos propuesto pero para el día siguiente.
Recuerden que si siguen estos pasos todo proceso de estudio se simplificará enormemente.